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miércoles, 12 de abril de 2017

Crítica: Un Padre No Tan Padre – “Una Historia Sobre Familia y Amistad Amargadamente Buena”

Título: Un Padre No Tan Padre.
País: México.
Estreno: 2016.
Productora: Panorama Global.
Director: Raúl Martínez.
Fotografía: Alejandro Martínez.
Guion: Alberto Bremer.
Género: Comedia.
Reparto: Héctor Bonilla, Benny Ibarra, Jacqueline Bracamontes, Sergio Mayer Mori, Arturo Barba, Camila Selser, Tina French, Tim Ross, Nátalia Subtil.

A pesar de que al principio consideraba erróneamente que era una película muy mala o un poco básica por el humor acostumbrado al que la comedia mexicana la mayoría de las veces utiliza, esta total y abruptamente promocionada por Cinepolis, después de verla me trague todas mis palabras.
Un Padre No Tan Padre es una película que habla sobre un señor de la tercera edad llamado Don Servando Villegas de 85 años de edad, un patriarca mexicano que es expulsado en su casa de retiro, para ser rescatado por su hijo más joven, Francisco (Benny Ibarra), quién lo alberga en la casa de su novia (Jacqueline Bracamontes) y un bonche de inquilinos diferentes, ahí descubre la verdad de su hijo y la forma de vida que lleva actualmente.

Una película bastante interesante con una historia sin complicaciones que refleja el amor fraternal y la unión familiar, al principio conocemos al señor Don Servando, quién se muestra como el típico señor que sigue viviendo en el Mundo clásico, con convicciones muy arraigadas a sus creencias religiosas y a lo que realmente estaba bien aceptado por la sociedad, quien se ve enfrentado contra su hijo quién es un millenial o de la nueva generación.

Aquí es donde comienza la dualidad entre lo viejo y lo nuevo, las ideas tan arcaicas del señor conservador contra un grupo de personas que representan todo lo nuevo en lo que se cree con ideas liberales; la homosexualidad, la aceptación de hijos extramatrimoniales, el consumo de drogas, el ser NiNi y el vivir con personas externas a tu familia.
El mensaje que nos deja la película es cautivador, nos enseña a valorar a las personas por lo que son, el apoyarse los unos a los otros y sobretodo mantener a tu familia cerca de ti, nos muestra que la familia no es eterna y que en algún punto se extinguirá, jamás podremos regresar el tiempo y demostrarle cuanto nos importan, pese a todo lo que hayamos sufrido o vivido que nos ha forjado nuestro carácter en la actualidad. Aprender a perdonar y seguir existiendo a su lado.  

Un mensaje poderoso con actuaciones bien puestas dentro de la historia, conmovedoras, que encuentra momentos divertidos entrañables, que en ocasiones logra ser santurrona con un discurso moralino de inclusión y reconciliación, con la eficacia de un reparto un poco mixto, a la cabeza del primer actor, Héctor Bonilla que nos regala una actuación magistral, para un personaje odiado-amado al mismo tiempo. El actor maneja un humor negro lleno de sátiras y estereotipos sobre lo que son los ideales liberales.

La fotografía es muy linda con paisajes que mezclan lo urbano con lo rustico localizados en San Miguel de Allende, con colores vivos y brillantes, que van desde las tiendas hasta los atardeceres. Corren a gran medida mediante planos y encuadres sutiles pero propositivos.
Un Padre No Tan Padre, es una película mexicana familiar sin complicaciones, espontanea, afectuosa, con buenas actuaciones y que les ocasionará a más de uno, un momento divertido familiar. Por estas razones se las recomiendo. “Véanla y juzguen por ustedes mismos”.  

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