Translate

viernes, 3 de febrero de 2017

Crítica: Un Monstruo Viene a Verme – “Embrace Your Fears, Sadness and Memories and Let It Go”

Título: Un Monstruo Viene A Verme (A Monster Calls)
País: España
Estreno: 20 de enero del 2017.
Productora: Apaches Entertainment, La Trini.
Distribuidora: Focus Features.
Director: Juan Antonio Bayona.
Fotografía: Oscar Faura.
Guion: Patrick Ness.
Basada En: A Monster Calls, Patrick Ness.
Género: Fantasía, Drama.
Reparto: Lewis McDougall, Liam Neeson, Felicity Jones, Sigourney Weaver, Toby Kebbell, Geraldine Chaplin.

Una fábula gótica traída a la vida por un director que ya se caracteriza por siempre enfocarse en la relación madre-hijo y ver las distintas facetas de la misma, en este caso una madre que padece una enfermedad terminal y un hijo lleno de miedos e inseguridades.

Un Monstruo Viene A Verme, nos presenta a Connor, un joven de 12 años, que tras la desaparición de sus padres, se convierte en el hombre de la casa el encargado de hacer las tareas del hogar ya que su joven madre está enferma de cáncer, el pequeño intentará hacerle frente a sus miedos y fobias con la ayuda de un monstruo.

Sinceramente está película me encanto en todos los sentidos empezando con la trama, una historia contada de manera cronológica y de manera hermosa, no solo retrata con fidelidad y con imaginación la compleja experiencia de crecer de nuestro protagonista, vemos como al principio es tan solo un pequeño tan inocente y noble con el mundo, con el paso de la película y mientras tiene más acercamiento con el monstruo logramos estar inmersos en su mente infantil.
El monstruo es una personificación exacta de los miedos, inseguridades y frustraciones del niño, que obviamente es imaginario y aunque representa algo importante para su madre esté roble que se encontraba fuera de su hogar, en él se palpa la relación que el pequeño y su madre tenían, ya que, con la ausencia de ella, tuvo que empezar a agarrar autonomía y el monstruo lo ayuda a eso, siendo su principal soporte en la toma de decisiones.

Aunque la historia podría caer en lo cliché, esté filme no es el caso ya que el drama planteado toca una familia disfuncional que se enfrenta a una enfermedad, narrada desde un punto de vista fantástico y pese a que el final es predecible logra rematar con la resolución del mensaje que se abordó durante toda la película, la relación madre-hijo tiene un final fulminante, sincero y necesario para darnos ese gran paso que el personaje principal necesitaba.

Como lo mencionaba en el primer párrafo, el director del filme Juan Antonio Bayona por tercera vez nos desgarra el alma con una relación madre-hijo vista en sus proyectos anteriores una relación quebrantada en El Orfanato (2007) y una relación trágico-extrema en Lo Imposible (2012), y en está última que es una conexión más romántica y adorable, no olvidando qué es el punto de enfoque del director; el amor de una madre.
Las actuaciones son simplemente encantadoras, la que tuvo un gran año pasado Felicity Jones con papeles en Inferno (2016) y Rogue One (2016), donde se le veía como una mujer fuerte, en está nos la presentan quebrantada y enferma que siendo honestos fue un gran papel el que desempeño. También hay que destacar a Liam Neeson que, aunque no aparece directamente lo hace a través de la voz del Monstruo de una forma simplemente poderosa y la actuación del joven Lewis McDougall es para ovacionarlo.

Visualmente es una película que tiene una estética impresionante, un ritmo frenético, realizada con una técnica impecable con paisajes hermosos llenos de colores brillantes acompañados de una luz un poco tenue, acompañada de buenas interpretaciones, cine fantástico que no olvida ese drama letal y contundente que maneja.


Una película excepcional que se las recomiendo ampliamente, les encantará no solo en lo visual sino por la gran historia que maneja. “Véanla y juzguen por ustedes mismos”

No hay comentarios:

Publicar un comentario